Hace tiempo que tenía ganas de escribir sobre las cicatrices perineales, en consulta es una de las lesiones que encuentro con frecuencia y que desgraciadamente afecta a muchas mujeres.
Debido a que la especialidad de fisioterapia en suelo pélvico es muy joven y aún poco conocida en nuestro país, me encuentro con muchas pacientes que desconocían que desde la fisioterapia se abordan estas lesiones con muy buenos resultados.episiotomia

Son diferentes los motivos por los que pueden haber lesiones a este nivel: episiotomías, desgarros durante el parto u otras intervenciones quirúrgicas en la zona.

No queremos dejar de recordar que la evidencia científica* recomienda un uso restrictivo de la episiotomía, no un uso rutinario como se ha practicado en las últimas décadas en nuestro país.

Como cualquier cicatriz en otra parte de nuestro cuerpo, deberán regenerarse distintos planos tisulares dependiendo del grado de la lesión: piel, músculo, fascia, terminaciones nerviosas…

Con frecuencia, nos encontramos en este nuevo tejido alteraciones que pueden influir en el adecuado funcionamiento de la zona:

  • Fibrosis excesiva, adherencias
  • Alteraciones de la sensibilidad: aumento/disminución de la sensibilidad
  • Dolor: agudo, continuo o puntual, a la palpación, dolor referido…
  • Dispareunia: dolor en las relaciones sexuales
  • Afectación del correcto funcionamiento de las estructuras musculares y ligamentosas cercanas: aparición de tensiones, acortamientos o contracturas en músculos próximos, presencia de puntos gatillo miofasciales…

Nos encontraremos ante un suelo pélvico que no realiza bien su función y que además presenta molestias o dolor suponiendo un empeoramiento en la calidad de vida de la mujer. Afortunadamente, en la mayoría de los casos puede tratarse y tiene solución.

Desde la fisioterapia de suelo pélvico tratamos las cicatrices con distintas técnicas: estiramientos, masaje, termoterapia, tratamiento miofascial, radiofrecuencia, dilatadores… que vendrán indicadas según la valoración inicial y el estado de la cicatriz. Conseguiremos con el tratamiento mejorar el estado de estos tejidos normalizando así todas las funciones relacionadas con esta zona: sexualidad, continencia, sostén visceral…

Es fundamental – independientemente de que nos duela o no – realizar una valoración funcional de suelo pélvico tras el parto con una fisioterapeuta especializada, para tratar y prevenir molestias/lesiones/disfunciones actuales y futuras.

Y sobre todo, es importante saber que aunque es frecuente tras una lesión, NO ES NORMAL tener dolor en la zona perineal debido a una cicatriz, como en muchas ocasiones nos resignamos a aceptar. Trabajando la zona podremos recuperar la elasticidad a los tejidos y volver a tener una buena calidad de vida.

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*Guía de Práctica Clínica sobre la Atención al parto normal. Ministerio de Sanidad

Episiotomía en el parto vaginal, biblioteca de salud reproductiva de la OMS

Mª Dolores Teruel

Fisioterapeuta especializada en uroginecología y obstetricia

www.espaciokenko.com